Cultura vs. estrategias

 In Estrategia

Vivimos en la era de lo rápido, lo inmediato, donde los resultados se miden al instante, con poco tiempo para la reflexión y muy centrados en la ejecución. Una era enfocada en los resultados. Una época donde las estrategias son una pieza clave para alcanzar nuestros objetivos. En la actualidad ninguna organización puede sobrevivir sin un plan.

Una estrategia significa tener la habilidad de observar nuestro entorno y analizarlo para prever sus movimientos. La palabra estrategia, en sí misma, expresa el proceso de ideas anticipatorias referidas a acciones dirigidas a conseguir nuestros objetivos de acuerdo a nuestras posibilidades.

Sin embargo, hay veces que por contexto, situación o entorno dichas estrategias fallan. De hecho fallan más de lo común. Un cambio de sistema, un nuevo precio, una ley, un nuevo líder, llevan al traste cualquier planificación en base a unas reglas del juego tan efímeras como estacionales.

¿Cuál es el problema? Una vez más el corto plazo. No podemos lanzar nuestros recursos económicos y temporales contra una pared delimitada en un plazo tan micro. Tenemos que observar el macro, la gran foto, y es ahí donde las estrategias ya no tienen sentido, ya que responden a estímulos específicos.

Cuando se mira el macro de un producto, empresa o equipo, los términos cambian. Ya no se habla de cuándo o de cuánto. Se habla del cómo pero, sobre todo, del por qué. Es este último el que define algo tan importante como la cultura.

Por qué hacemos lo que hacemos no es un objetivo, es una forma de ser, la manera en la que nos relacionamos, en la que interactuamos, la verdadera razón que nos hará avanzar pese a circunstancias severas, el suelo que nos ata a la realidad cuando las condiciones son propicias.

La cultura tiene más que ver con las emociones, la estrategia con la razón. Nuestra cultura nos indica el camino, las estrategias son cada paso que damos para acercarnos a él.

Cultura vs estrategia, un eje muy sencillo, pero que a veces se confunde con demasiada facilidad. Si alguien duda alguna vez entre ambas, Peter Drucker lo dejó claro en una gran frase: “La cultura se come a la estrategia para desayunar” (“Culture eats strategy for breakfast”).

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